sábado, 3 de noviembre de 2012

Historia de Panamá


 

Independencia de PanamáPanamá está situada geográficamente en una posición codiciada. Es el pequeño istmo de conexión entre las Américas del Norte y Central, con la América del Sur, y un pasaje mínimo entre los Océanos Atlántico y Pacífico, lo que animaría siempre a tratar de crear una conexión entre esas dos masas de agua, ya sea por fía férrea o por medio de un canal. Con la dominación hispánica, el istmo, primero formó parte del Virreinato del Perú y luego del de Nueva Granada.

Los patriotas panameños lograron liberarse del yugo español, tras proclamar su independencia, el 28 de noviembre de 1821, firmando un Tratado de paz con la Metrópoli, el 4 de enero de 1822. Sin embargo, era una nación económica y políticamente débil, por lo que, para lograr mayor seguridad, decidió unirse a la Gran Colombia., formada hasta ese momento, por los territorios que hoy conocemos como Colombia, Ecuador y Venezuela. Las condiciones en que lo hizo, no fue aceptada de buen agrado por los panameños, ya que el territorio fue fraccionado en dos provincias, la de Panamá y la de Veraguas.

En 1830 comenzó la secesión de las naciones integrantes de la Gran Colombia, cuando el sueño bolivariano de la unión americana, declinaba al igual que su vida. Tras hacerlo Venezuela y Ecuador, Panamá tomó la misma decisión, el 26 de septiembre de 1830, situación que se mantuvo hasta el 11 de diciembre de ese año, cuando, por gestión de Bolívar, se volvió a unir a la Gran Colombia. El 17 de diciembre moría Simón Bolívar.

Bajo el impulso del coronel Juan Eligio Alzuru, por segunda vez, Panamá se separó de la Gran Colombia el 9 de julio de 1831, pero el nuevo gobierno en manos de Alzuru, se tornó sumamente impopular por su carácter despótico, terminando el gobernante sus días, fusilado, volviendo el istmo a reintegrarse a una Confederación, ya agonizante, que no contaba ni a Venezuela ni a Ecuador, entre sus miembros, ni a Bolívar como su impulsor.

En 1839, se desencadenó en Colombia una guerra de la que los panameños no se sintieron protagonistas, y decidieron una vez más, separarse, reuniendo una Junta, el 18 de noviembre de 1840, en la ciudad de Panamá. De esta Junta nació el Estado del Istmo, que se organizó constitucionalmente, logrando el reconocimiento de Estados Unidos y Costa Rica. El Coronel Herrera, líder del movimiento emancipador, fue convencido de que el territorio diera marcha atrás con su independencia, luego de lo cual, en 1841, Herrera fue desterrado por los propios colombianos con los que había aceptado el trato.

Para asegurar la estabilidad de esa anexión, se firmó un tratado con Estados Unidos para apoyar por parte de ese país, la soberanía sobre Panamá, a cambio de facilidades en el traslado de personas y bienes por esa zona, para los norteamericanos. Esto se concretó el 12 de diciembre de 1846, por el acuerdo entre Manuel María Mallarino, por Nueva Granada, y Benjamín Bidlack, por Estados Unidos, ambos en ejercicio de las Relaciones Exteriores.

Hasta 1850 Panamá siguió unida a Nueva Granada, posición que pretendía ser mantenida por el gobernador Obaldía, ya que no consideraba llegado el momento oportuno para que el istmo dirigiera su destino, pero una revolución que estalló el 29 de septiembre dio lugar a la cuarta separación.

El intenso tránsito por la zona panameña, motivó el establecimiento del ferrocarril de Panamá, por parte de los colombianos.
Panamá se convirtió en estado federal el 27 de febrero de 1855, por la gestión de Justo Arosemena ante el congreso Granadino.

El ferrocarril construido en Panamá fue incendiado en abril de 1856, como protesta por los pobladores panameños, originada por una cuestión tan simple, como la falta de pago por parte de un estadounidense de un trozo de sandía, que terminó de manera sangrienta por el ataque del estadounidense. Dos panameños resultaron muertos, y dieciséis norteamericanos. La policía del Istmo fue considerada como responsable, por los Estados Unidos, por no haber podido dar seguridad a la población.

 Esto fue la excusa que le permitió a Estados Unidos intervenir militarmente Panamá, alegando motivos de seguridad, en el mes de septiembre. Por aquellos hechos Panamá debió pagar una abultada indemnización. En 1862, Panamá pasó otra vez a depender de Colombia.
Los franceses intentaron construir un canal en Panamá, proyecto que se ideó en 1874, y que comenzó a efectivizarse en 1881, terminando en un completo fracaso, en 1889.

Entre 1899 y 1902 Colombia debió sufrir la Guerra de los Mil Días entre liberales y conservadores. Estos últimos a cargo del poder, a través del autoritarismo del presidente Manuel Antonio Sanclemente, que impuso una constitución de tipo centralista en lugar de la federal anterior, motivó la sublevación de los liberales.
Panamá sufrió las consecuencias, dejando muchos muertos. La lucha terminó con el Tratado De Wisconsin” el 22 de noviembre de 1902.

 Tras esos hechos, fue condenado a muerte el guerrillero panameño Victoriano Lorenzo, que fue ejecutado en 1903. Esto motivó el acrecentamiento de las ideas emancipadoras panameñas, además de haberse frustrado la obra por la terminación del canal, producto de un acuerdo firmado en enero de 1903, entre Colombia y Estados Unidos, pero que no fue ratificado por el Senado colombiano.

Las ideas independentistas, se fueron gestando en torno a varios líderes entre los cuales se destacó José Agustín Arango, quien preparó en secreto una Junta con el fin de sublevarse contra el dominio de Colombia, aproximadamente en noviembre de 1903. Para obtener el apoyo norteamericano, hacia allí se dirigió el Dr. Manuel Amador Guerrero.

Esteban Huertas, como comandante militar también apoyó el movimiento separatista. El general del ejército de Colombia, Nicanor de Obarrio, era otro que se contaba del lado de los panameños. También el gobernador José domingo de Obaldía, ahora partidario de la secesión, estaría en la lista de los que preparaban la conspiración que desde Colombia ya se sospechaba que existía.

 Otros patriotas fueron, el médico Manuel Amador Guerrero, Ricardo y Tomás Arias, Manuel Espinosa Batista y Carlos Arosemena. Estados Unidos apoyaba la propuesta independentista ¿Por sus intereses con respecto al canal?
Para hacer frente a esa posible revolución, partió desde Barranquilla, el batallón de Tiradores, dirigido por el gral. Ramón Amaya y el Gral. Juan Tovar, quienes llegaron a Colón, el día 3 de noviembre, y con el aporte del ferrocarril, que se complotó con los revolucionarios sólo fueron conducidos a Panamá los altos dirigentes de las tropas, quedando el resto de las fuerzas en Colón, lideradas por el Coronel Eliseo Torres. Los jefes, al llegar a Panamá, fueron detenidos por orden de Huertas, todavía al mando del Batallón Colombia, aún cuando las fuerzas recién llegadas tenían órdenes de desplazarlo para ocupar su cargo. Hiertas contó con la colaboración de la población de Santa ana y del Gral. Domingo Díaz.
Se formó una dotación de un poco más de mil separatistas, que obligaron a rendirse a la flota anclada en la bahía panameña y al Batallón Tiradores que se hallaba en Santa Ana.

En la sede de su Consejo Municipal, el pueblo de la ciudad de Panamá proclamó el nacimiento de la soberana república, el mismo día 3, bajo la presidencia de hecho de Demetrio Brid, y el 4 de noviembre de 1903, ya contaba el nuevo estado con un gobierno propio ejercido a través de una Junta, conformada por Federico Boyd, José Agustín Arango y Tomás Arias. El 13 de ese mismo mes, Estados Unidos realizó el reconocimiento oficial de la naciente república, el día 14 lo hizo Francia, y luego le brindaron su aceptación varios países americanos, europeos y asiáticos.

El día 18 de noviembre se firmó apresuradamente entre Estados Unidos y Panamá el Tratado para la construcción del canal de Panamá. En su libro “El País creado por Wall Street”, Ovidio Díaz Espino, relata la “leyenda negra” de la independencia de Panamá signada por intereses económicos estadounidenses, para lograr los derechos sobre el canal, y no como un apoyo de ese país a los patriotas, frente a los abusos de los colombianos.

En febrero de 1904 la Junta fue reemplazada por un ejecutivo unipersonal, designado por la Convención Nacional Constituyente, con el título de Presidente, cargo que recayó en el Dr. Manuel Amador Guerrero. Colombia no se resignó a la pérdida territorial tan fácilmente, pero fueron inútiles sus intentos de reincorporar esta vez el istmo, ya sea por acuerdos realizando concesiones, o por medio de la fuerza.

Colombia recibió una indemnización por parte de Estados Unidos, por el Tratado Thompson-Urrutia, ratificado por el Congreso estadounidense el 30 de marzo de 1922, permitiéndose a Colombia el tránsito de embarcaciones bélicas y fuerzas militares por el canal, iniciándose entre Panamá y Colombia un periodo de paz, con el establecimiento de relaciones diplomáticas.


 


lunes, 23 de julio de 2012

Citas de Jorge Luis Borges


Las frases más famosas que pronunció el escritor argentino


  • "La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido".

  • "La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica".

  • "Que cada hombre construya su propia catedral. ¿Para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas?".

  • "Estoy solo y no hay nadie en el espejo".

  • "Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo".

  • "Las tiranías fomentan la estupidez".

  • "Yo no bebo, no fumo, no escucho la radio, no me drogo, como poco. Yo diría que mis únicos vicios son El Quijote, La Divina Comedia y no incurrir en la lectura de Enrique Larreta ni de Benavente".

  • "Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas".

  • "Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio. Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo".

  • "Todas las palabras fueron alguna vez un neologismo".

  • "El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: "Es envidiable".

  • "El francés no me gusta, el sonido nasal no me gusta. Schopenhauer decía que el francés es el italiano pronunciado por una persona resfriada".

  • "Sólo una cosa no hay. Es el olvido".

  • "Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos".

  • "He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz".

  • "Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica".

  • "He firmado tantos ejemplares de mis libros que el día que me muera va a tener un gran valor uno que no lleve mi firma".

  • "Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez".

  • "Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón".

  • "La duda es uno de los nombres de la inteligencia".

  • "El fútbol es popular porque la estupidez es popular".

  • "Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros".

  • "La biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono, cuya circunferencia es inaccesible".

  • "Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística".

  • "No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición".

  • "Si de algo soy rico es de perplejidades y no de certezas".

  • "Todos los hechos que pueden ocurrirle a un hombre, desde el instante de su nacimiento hasta el de su muerte, han sido prefijados por él. Así, toda negligencia es deliberada, todo casual encuentro una cita, toda humillación una penitencia, todo fracaso una misteriosa victoria, toda muerte un suicidio. No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas".

  • "Yo siempre seré el futuro Nobel. Debe ser una tradición escandinava".

  • "Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca".

jueves, 7 de junio de 2012

Biografía de Ricardo Miró


Ricardo Miró Denis (1883-1940). Poeta, novelista, cuentista y periodista cultural panameño. Secretario Perpetuo de la Academia Panameña de la Lengua desde 1926 hasta su deceso. Autor del poema Patria.

Ricardo Miró Denis nació el 5 de noviembre de 1883 en la ciudad de Panamá, cabecera del departamento colombiano de Panamá, que se separaría de Colombia en 1903. Dos años antes de su nacimiento comenzaron los trabajos del canal francés, que por escasos años propició bonanza económica a la zona de tránsito del Istmo, por donde ya pasaba el ferrocarril transístmico. Poco después de su nacimiento estalló una de las guerras civiles colombianas -la de 1885-, que finalizó con el triunfo de los conservadores, quienes se mantendrían en el poder por un largo período.


  Miró quedó huérfano de padre a muy tierna edad, y su madre, Da. Mercedes Denis de Miró, hermana de Da. Amelia Denis de Icaza, se dedicó a la crianza de sus hijos, Gregorio y Ricardo. Bajo su cuidado aprendieron los hermanos las primeras letras, y por razones de trabajo de su progenitora, pasaron parte de su niñez en la isla de Taboga.

 Para explicar las condiciones de la educación en la época en el Departamento de Panamá, Rodrigo Miró -hijo de Ricardo Miró- cita en su ensayo Introducción a la Obra poética de Ricardo Miró, escrito en 1937, a Octavio Méndez Pereira, quien señalaba el abandono en que se encontraba la instrucción pública en la época colombiana, por los vaivenes del Gobierno Central.

En 1897, cuando tenía catorce años, Miró marchó a Bogotá para estudiar dibujo y pintura. Asistió durante cinco meses a la Academia de Pintura de Epifanio Garay, padre de los panameños Nicole y Narciso Garay Díaz. Pasó luego al Colegio Menor del Rosario, pero al estallar la
La Guerra de los Mil Días en 1899 tuvo que regresar a Panamá, a pie, por Facatativá y Honda, pueblos colombianos que estaban bajo el fuego revolucionario.
 Lo favoreció la presencia de los miembros de un contingente mayor que viajarían al Istmo, quienes le ofrecieron protección para terminar su periplo. Según informan algunos de sus biógrafos, ya en Panamá trabajó y tomó clases con el fotógrafo Carlos Endara, y, más tarde, se incorporó al batallón Colombia, en el cual estuvo inscrito hasta la víspera de la separación. Después de 1903 ocupó varios cargos en el servicio civil.

 Entonces emergió su vocación poética, y abandonó su anterior afición por la pintura. En 1904, con la publicación de El Heraldo del Istmo, dirigido por Guillermo Andreve, se ofrecía a los intelectuales un espacio para publicar y para conocer las publicaciones extranjeras, capaz de incentivar a un artista como Miró.

En noviembre de 1904, Miró recibió nuevo estímulo, pues triunfó, con tres sonetos patrióticos, en un concurso organizado por El Heraldo del Istmo. En 1906 contrajo matrimonio con Isabel Grimaldo Jaén, y al año siguiente estrenó la revista Nuevos Ritos, dirigida por él; fue nombrado funcionario en la Secretaría de Instrucción Pública, trabó relación con Rubén Darío -quien visitó Panamá en varias ocasiones- y celebró con sus coetáneos la constitución del Ateneo de Panamá. En 1908 vio la luz su primer libro, Preludios, y el gobierno lo nombró en su representación diplomática en Londres, aunque no viajó a Inglaterra (sin que se conozcan las causas), sino que ocupó un consulado de la República. 

Vivió en Barcelona, donde frecuentó a intelectuales, y escribió su célebre poema Patria (1909). En marzo de 1910 el gobierno panameño lo nombró cónsul en Marsella, y en 1911 regresó al Istmo. Ese fue su período europeo, al que corresponde una producción altamente valorada y que su hermano Gregorio Miró, encargado de Nuevos Ritos en ausencia suya, publicó en la revista, cuya dirección retomó el poeta al regresar. En 1913 dio a conocer, en El Diario de Panamá, Las noches de babel, novela por entregas. En 1914 fue nombrado jefe de la sección agrícola en la Secretaría de Fomento. En 1916 publicó Segundos Preludios, con la advertencia de que no eran “versos definitivos”; pero aun así, el libro ganó la admiración de la crítica.

En 1917 fue nombrado Secretario de la Gobernación de Colón, y al mismo tiempo publicó La Leyenda del Pacífico, poema vinculado a la tradición hispanista. La administración del Presidente Belisario Porras lo encargó en 1919 de la dirección de los Archivos Nacionales, cargo que ocupó hasta 1927. En 1921 viajó a Perú, como miembro de la delegación panameña a las celebraciones del primer centenario de la independencia de esa nación, y en 1922 regresó a Lima, curiosamente, como representante de un equipo de boxeadores. En 1922 publicó su segunda novela, Flor de María. En 1926, la Academia Panameña de la Lengua, recién instalada, lo nombró Secretario Perpetuo. Durante el período siguiente, editó una selección de versos patrióticos y recitaciones escolares. En 1929 salió a la luz Caminos silenciosos, poemario breve, pero esencial.

En el mismo año dio a conocer El poema de la reencarnación. En 1937 -año en que Rodrigo Miró escribió un ensayo sobre su padre, incluido y puesto al día en Teoría de la Patria-, fue publicado el volumen Antología poética: 1907-1937, que recogía buena parte de la obra de Ricardo Miró. Con el seudónimo de Juan Franco, sirvió la columna De postres, en El Diario de Panamá. El día 2 de marzo de 1940, poco antes del mediodía, murió el poeta, después de un período de tristeza existencial.

Moisés Chong Marín, filósofo panameño, explica en su ensayo Estudio filosófico sobre el poema Patria de Ricardo Miró, las razones de que esa obra haya arraigado en la conciencia colectiva del pueblo panameño. En primer lugar, porque llega a ser una síntesis de las experiencias vividas por la comunidad istmeña. Así, afirma Chong Marín, el poema deja de ser una vivencia personal del autor para convertirse en el soporte de una aspiración y de una manera común de sentir la realidad, en el ser colectivo panameño. Haber creado un poema capaz de reflejar la verdad de un pueblo, expresa Chong Marín, hace de Miró un gran poeta.


Chong Marín también sostiene que el poema respondía a los indicios que se palpaban en la Europa de 1909, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, que significó destrucción y muerte. Inmerso en las circunstancias que convocaban a una conflagración, Patria es el canto a un mundo que termina: su propio mundo, su época.


Mediatizada la alegría de considerarse nativo de un país independiente por la relación de Panamá con Estados Unidos, lo cierto es que, por más de setenta y cinco años, el poema Patria ajustó el modo de pensar del pueblo al estar vinculado necesariamente a la Zona del Canal, y se mantuvo vivo y fuerte en la memoria popular de los negros y los blancos, de los cholos y los no tan cholos, de los indios y los hijos de los chinos, los hebreos, los italianos, los españoles, los griegos, los hindúes, los caribeños e, incluso, los estadounidenses que asistieron a las escuelas panameñas, en donde se enseñó con veneración.

Rodrigo Miró Grimaldo informa en su ensayo Introducción a la obra poética de Ricardo Miró que, como director de Nuevos Ritos, el poeta tuvo que ser también cuentista, crítico y corrector de pruebas.


La poesía de Ricardo Miró es de muy alta calidad, más allá de su significación social y política, como comunicación artística que interpreta el paisaje -particularmente el vespertino o el nocturno-, el amor, la mujer, la solidaridad humana, la cultura hispánica, del modo que su formación y su experiencia le exigían. Es un poeta hondo y auténtico, que reflexiona en los grandes temas que angustian al hombre: la eternidad, el transcurso del tiempo y de los siglos, dentro de una atmósfera expectante. Sus sonetos son, igualmente, modelos de la forma. 


Escribió Miró también varios cuentos, recogidos por el periodista Mario Augusto Rodríguez en 1956 en el volumen Cuentos de Ricardo Miró. La Asamblea Nacional, en el marco de las celebraciones por el centenario de la república, en 2003, reeditó las novelas Flor de María y Las noches de Babel.

El concurso anual de literatura, en las secciones de cuento, poesía, ensayo, novela y teatro, ofrece cinco premios con el nombre de Premio Ricardo Miró. También un primer ciclo de la escuela básica, ubicado en el Corregimiento de Pueblo Nuevo, en la ciudad de Panamá, lleva su nombre.

jueves, 31 de mayo de 2012

Literatura Panameña e Hispanoamericana










                  Literatura indígena y de la conquista








                     
Literatura colonial y Neoclasicismo

   Romanticismo ,Realismo y Naturalismo        




Modernismo y  literatura contemporánea











miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuento de Horacio Quiroga

  La tortuga gigante

Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse. El no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes daba de comer; y se enfermaba cada día más.

  Hasta que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le dijo un día: -Usted es amigo mío y es un hombre bueno y trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a hacer mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien. El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho calor, y eso le hacía bien.

Vivía solo en el bosque y él mismo se cocinaba, Comía pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta, y después comía frutas. Dormía bajo los árboles y, cuando hacía mal tiempo, construía en cinco minutos una ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y fumando, muy contento en medio del bosque, que bramaba con el viento y la lluvia. Había hecho un atado con los cueros de los animales, y lo llevaba al hombro. Había también agarrado, vivas, muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una lata de querosene. El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito.

 Precisamente un día en que tenía mucha hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería comer una tortuga, y la ponía parada de canto para meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. AI ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos y le rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande que él solo podría servir de alfombra para un cuarto. -Ahora se dijo el hombre- voy a comer tortuga, que es una carne muy rica.

 Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne. A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de género que sacó de su camisa, porque no teína más que una sola camisa y no tenía trapos. La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre.

La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y días sin moverse. El hombre la curaba, todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo. La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. Tuvo fiebre y le dolía todo el cuerpo.

Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El hombre comprendió que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre. Voy a morir -dijo el hombre- estoy solo, ya no puedo levantarme más, y no tengo quién me dé agua siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed. Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el conocimiento. Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el cazador decía. Y ella pensó entonces: -El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía mucha hambre, y me curó. Yo lo voy a curar a él ahora.

 Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar en seguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie.

Todas las mañanas la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para Ilevarle frutas. El cazador comió así días y días sin saber quién le daba la comida, y un día recobró él conocimiento. Miró a todos lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra en voz alta: Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y voy a morir aquí.


 Y como él lo había dicho, la fiebre volvió esa tarde, más fuerte que antes, y perdió de nuevo el conocimiento. Pero también esta vez la tortuga lo había oído y se dijo: -Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires. Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas para que no se cayese. Hizo muchas pruebas para acomodar bien la escopeta, los cueros y el mate con víboras, y al fin consiguió lo que quería, sin molestar al cazador, y emprendió entonces el viaje. La tortuga, cargada así, caminó, caminó y caminó de día y de noche. Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que quedaba casi enterrada, siempre con el hombre moribundo encima.

  Después de ocho o diez horas de caminar se detenía, deshacía los nudos y acostaba al hombre con mucho cuidado en un lugar donde hubiera pasto bien seco. Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al hombre enfermo. Ella comía también, aunque estaba tan cansada que prefería dormir. A veces tenía que caminar al sol; y como era verano, el cazador tenía tanta fiebre que deliraba y se moría de sed. Gritaba: ¡agua!, ¡agua!, a cada rato. Y cada vez la tortuga tenía que darle de beber. Así anduvo días y días, semana tras semana. Cada vez estaban más cerca de Buenos Aires, pero también cada día la tortuga se iba debilitando, cada día tenia menos fuerza, aunque ella no se quejaba.

A veces quedaba tendida, completamente sin fuerzas, y el hombre recobraba a medias el conocimiento. Y decía en voz alta: -Voy a morir, estoy cada vez más enfermo, y sólo en Buenos Aires me podría curar. Pero voy a morir aquí, solo en el monte. Él creía que estaba siempre en la ramada, porque no se daba cuenta de nada. La tortuga se levantaba entonces, y emprendía de nuevo el camino. Pero llegó un día, un atardecer, en que la pobre tortuga no pudo más. Había llegado al límite de sus fuerzas, y no podía más.

 No había comido desde hacía una semana para llegar más pronto. No tenía más fuerza para nada. Cuando cayó del todo la noche, vio una luz lejana en el horizonte, un resplandor que iluminaba el cielo, y no supo qué era. Se sentía cada vez más débil, cerró entonces los ojos para morir junto con el cazador, pensando con tristeza que no había podido salvar al hombre que había sido bueno con ella. Y, sin embargo, estaba ya en Buenos Aires, y ella no lo sabía. Aquella luz que veía en el cielo era el resplandor de la ciudad, e iba a morir cuando estaba ya al fin de su heroico viaje. Pero un ratón de la ciudad -posiblemente el ratoncito Pérez- encontró a los dos viajeros moribundos. -¡Qué tortuga! -dijo el ratón-. Nunca he visto una tortuga tan grande. ¿Y eso que llevas en el lomo, qué es? ¿Es leña?

-No -le respondió con tristeza la tortuga-. Es un hombre. -¿Y dónde vas con ese hombre? -añadió el curioso ratón. -Voy... voy... quería ir a Buenos Aires -respondió la pobre tortuga en una voz tan baja que apenas se oía -.Pero vamos a morir aquí porque nunca llegaré. -¡Ah, zonza, zonza!-dijo riendo el ratoncito-. ¡Nunca vi una tortuga mas zonza! Si ya has Ilegado a Buenos Aires! Esa luz que ves allá es Buenos Aires. Al oír esto, la tortuga se sintió con una fuerza inmensa porque aún tenía tiempo de salvar al cazador, y emprendió la marcha. Y cuando era de madrugada todavía, el director del Jardín Zoológico vio Llegar a una tortuga embarrada y sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre que se estaba muriendo. El director reconoció a su amigo, y él mismo fue corriendo a buscar remedios, con los que el cazador se curó enseguida.

 Cuando el cazador supo cómo lo había salvado la tortuga, cómo había hecho un viaje de trescientas leguas para que tomara remedios, no quiso separarse más de ella. Y como él no podía tenerla en su casa que era muy chica, el director del Zoológico se comprometió a tenerla en el Jardín, y a cuidarla como si fuera su propia hija. Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de los monos. El cazador la va a ver todas las tardes y ella conoce desde lejos a su amigo, por los pasos. Pasan un par de horas juntos , y ella no quiere nunca que él se vaya sin que le dé una palmadita de cariño en el lomo.


jueves, 3 de mayo de 2012

Día Mundial de la Libertad de Prensa


Reporters Without Borders 2009 Press Freedom Rankings Map.png
 

Mapa del ranking de la libertad de prensa

 . Reporteros sin Fronteras 2009.
Día de celebración3 de mayo
Lugar de celebraciónDía Internacional

En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas a iniciativa de los países miembros de la Unesco, proclama el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de "fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática".
Cada año la Unesco conmemora esta fecha, rindiendo tributo de esta manera a los numerosos periodistas alrededor del mundo que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el esfuerzo de informar a sus sociedades y de promover el libre flujo de la información.

La Unesco convoca cada 3 de mayo a todos los países miembros y a sus sociedades a reflexionar sobre la libertad de prensa y los diversos tópicos que atañen a los temas del periodismo, la información y la comunicación.

Entre los asuntos que han sido debatidos en años anteriores se encuentran: “Los medios de comunicación y los conflictos armados”, “Cobertura de guerra contra el terrorismo mundial”, “Los medios de difusión como impulsores del cambio”, “Medios de comunicación y buen gobierno”, “¿Quién decide cuánto se informa?” y "Combatiendo el racismo y promoviendo la diversidad: el papel de la prensa libre".

Celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa

La actividad más significativa a la que convocan Naciones Unidas y la Unesco con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa es a la ceremonia de entrega del Premio Mundial de la Libertad de Prensa UNESCO - Guillermo Cano y al acto académico en el que participan destacados periodistas y especialistas internacionales conocedores del tema de reflexión al que convoca la Unesco cada año.

Dichos actos se desarrollan los días 3 y 4 de mayo en algún país del mundo, son convocados y organizados por la Unesco y el país anfitrión, se inauguran con el mensaje del Director General de Naciones Unidas y son presididos por el Director General de la UNESCO y el Presidente del país sede.

Dichos actos han sido realizados en los siguientes países:
El 20 de diciembre de 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 48/432 declaró Día Mundial de la Libertad de Prensa el 3 de mayo, aniversario de la Declaración de Windhoek .





martes, 1 de mayo de 2012

Día Mundial de la Libertad de Prensa

El 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas (decisión 48/432, de 20 de diciembre), siguiendo la Recomendación adoptada durante la 26ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO en una resolución de 1991 sobre la «Promoción de la libertad de prensa en el mundo» había reconocido que una prensa libre, pluralista e independiente era un componente esencial de toda sociedad democrática y un derecho humano fundamental.

 Desde entonces, se ha celebrado cada año el 3 de mayo, aniversario de la Declaración de Windhoek.

El Día Mundial de la Libertad de Prensa se celebra cada año el 3 de mayo en todo el mundo. Es una oportunidad para:
  • Celebrar los principios fundamentales de la libertad de prensa;
  • Evaluar la libertad de prensa;
  • Defender los medios de comunicación de los atentados contra la independencia y
  • Rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el cumplimiento de su deber.
El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos declara :

«Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión».




 Las recientes revueltas en algunos países árabes han recalcado el poder que tienen los medios de comunicación, la búsqueda de la libertad de expresión por parte del ser humano y la confluencia de la libertad de prensa y la libertad de expresión, por medio de varios medios tradicionales y nuevos.
Esto dio origen a un nivel inédito de libertad mediática. 

 Los nuevos medios han permitido a la sociedad civil, gente joven y comunidades llevar a cabo transformaciones sociales y políticas masivas a través de la autoorganización y la participación de toda la juventud en la lucha por expresarse libremente y ser portavoces de las aspiraciones de sus vastas comunidades.

Con todo, la libertad de medios de comunicación es frágil y aún no está al alcance de todos. Si bien el entorno favorable para una verdadera libertad de medios de comunicación está mejorando, este contrasta con la cruda realidad de que muchas personas en este mundo no tienen acceso a las tecnologías básicas de comunicación.

 La cantidad de noticias transmitidas en línea crece al mismo ritmo que el número de periodistas amordazados, agredidos y hasta asesinados por su trabajo, incluidos los blogueros.

martes, 24 de abril de 2012

Don Quijote aconseja a Sancho Panza

Consejos que dio Don Quijote a Sancho Panza antes de irse este a gobernar la Ínsula Barataria – Miguel de Cervantes Saavedra (Novelista, poeta y dramaturgo español, 1547-1616).

Dispuesto, pues, el corazón a creer lo que te he dicho, está. ¡oh, hijo!, atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte, y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto de este mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.

Primeramente, ¡oh, hijo!, has de temer a Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.

Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso igualarse con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra.

Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran.

Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

Siendo esto así, como lo es, que si acaso viniere a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes, no lo deseches ni le afrentes, antes lo has de acoger, agasajar y regalar, que con esto satisfarás al cielo, que gusta que nadie le desprecie de lo que él hizo, y corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien concertada.

Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida, con los ignorantes que presumen de agudos.
Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico.

Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e importunidades del pobre.

Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.

Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.

Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún enemigo tuyo, aparta las mientes de su injuria, y ponlas en la verdad del caso.

No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que los yerros que en ella hicieres, las más de las veces serán sin remedio, y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda.

Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.

Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.

Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción, considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y, en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente; porque aunque los tributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la misericordia que el de la justicia.

Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible; casarás tus hijos como quisieres; títulos tendrán ellos y tus nietos; vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y, en los últimos pasos de la vida, te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.

 Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma.

Aunque estos personajes son producto de la Literatura, sin embargo se trasluce la sabiduría del escritor Miguel de Cervantes Saavedra  expresando lo que todo líder debe necesita tener en cuenta.

Un gobernante, Maestro Ministro del Evangelio o líder necesita recordar palabras como estas pero por encima de todo las palabras del Maestro de Maestros, el Señor Jesús quién dijo:
Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos.  Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo.  Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud”  Mateo 20:25-28.

Seamos la clase de líderes que en las manos de Dios exaltemos su nombre y no el nuestro. Su gloria y no la nuestra y el espíritu de servicio nos domine cada minuto de nuestra existencia.

Dr. Serafín Contreras Galeano.

Los 100 Mejores Libros de la Literatura Universal


Con estas cosas pasa un asunto curioso y es que, cuando uno lee libros que se supone que son clásicos y tal, muchas veces se encuentra con peñazos indescriptibles. ¿Estáis de acuerdo con la lista? ¿Os falta alguno? ¿Cuántos habéis leído?Seguir leyendo…

Los 100 mejores libros de la literatura universal
Los Mejores libros


Los 100 mejores libros de la historia:

1.- 100 años de soledad.
Gabriel García Márquez.
Es la novela por excelencia del realismo mágico latinoamericano.
García Márquez no sólo construye una ciudad (Macondo) sino un mundo lleno de nuevas posibilidades narrativas.


2.- 1984.
George Orwell.
Una novela clásica moderna de la Utopía Negativa. Orwell describe una sociedad totalitaria en la que el gobernante supremo y omnipresente es Big Brother. 1984 habla del poder del gobierno y su necesidad de control.


3.- Alexis Zorba, el griego.
Nikos Kazantzakis.
Cuenta la historia de un anciano minero griego enamorado de la vida.
Una de las novelas más significativas de la obra del famoso autor griego. Además, fue la base para una exitosa versión cinematográfica.


4.- Amadís de Gaula.
Anónimo.
Cuatro capítulos de acciones violentas mezcladas con sentimientos cortesanos y más de 300 personajes que conquistan al lector a través de aventuras heroicas e historias de caballería que hace siglos establecían las reglas de sociedad.


5.- A sangre fría.
Truman Capote.
Poderosa historia de un asesinato sin piedad. Un respetado granjero de Kansas, su esposa y sus dos hijos adolescentes son brutalmente asesinados por dos ex-convictos. La historia penetra en sus mentes criminales mientras los sigue por sus desventuras en México y Estados Unidos. Un clásico de la novela policial.


6.- Bola de sebo y 22 cuentos completos.
Guy De Maupassant.
Este famoso cuentista francés presenta personajes psicológicamente bien trazados que reflejan irónicamente la hipocresía burguesa del siglo XIX. Es la historia de una cortesana que viaja en una carroza con unos burgueses que critican su condición y no reconocen sus sentimientos y acciones.


7.- Catedral.
Raymond Carver.
Una recopilación de 12 relatos que da como resultado uno de los libros más interesantes de la narrativa estadounidense de las últimas décadas y que demuestra por qué su autor es el maestro por excelencia de esta forma narrativa reconocida en todo el mundo.


8.- Confesiones de una máscara.
Yukio Mishima.
Uno de los libros más representativos de la literatura japonesa del siglo XX. La novela contiene rasgos autobiográficos y narra la historia de un joven estudiante durante el Japón de la Segunda Guerra Mundial, quien descubre poco a poco su homosexualidad.


9.- Crimen y castigo.
Fiódor Dostoyevski.
Un texto que ha definido la estructura de la novela. La trama plantea la lucha entre el bien y el mal para plasmar, con artificio, la capacidad que tiene el hombre de escoger. Habla de la inapelable libertad que siempre implica rezagar algo vigente.


10.- Crónica de la intervención.
Juan García Ponce.
Novela de uno de los escritores más reconocidos en los últimos tiempos. Aun cuando su obra es más conocida, esta obra sobresale por su intensidad y ambición estéticas.


11.- Crónicas marcianas.
Ray Bradbury.
La tierra se encuentra en extinción y la única salida es la colonización de Marte. Sin embargo, los terrícolas se encuentran con una civilización marciana que se interpondrá a sus intenciones, llevando a la raza humana a final. Una excelente muestra de ciencia ficción.


12.- Cuentos completos.
Juan Carlos Onetti.
Una buenisima recopilación de los cuentos de este gran autor uruguayo. "Yo quiero expresar nada más que la aventura del hombre", afirmó el escritor; y este libro es muestra de esa intención, fielmente retratada en narraciones llenas de vida.


13.- Decameron.
Giovanni Boccaccio.
Una muestra de la maravillosa literatura del Renacimiento italiano, escrita entre 1350 y 1355. Está compuesta por 100 cuentos agrupados en 10 jornadas y contados por 10 jóvenes que huían por medio de la imaginación de la peste que azotaba Florencia.


14.- Deseo.
Elfriede Jelinek.
Acreedora del Premio Nobel de Literatura 2003, esta autora austríaca poco conocida en nuestro país asombra con narrativa cruda y llena de erotismo, una fuerte crítica a la placidez de la burguesía, a su respetabilidad y a su supuesta liberación sexual.


15.- Cuentos memorables según Jorge Luis Borgues.
Jorge Luis Borgues.
Borgues, autor imprescindible y culto lector, recomienda dos cuentos clave para toda biblioteca: Los regalos perfectos, de O’Henry, y Donde el fuego nunca se apaga, de May Sinclar, del cual señala : "elegí este cuento en gracia de su poca notoriedad y de su valor indudable".


16.- Drácula.
Bram Stoker.
Nunca antes una historia de vampiros había sido tan relatada como en este caso. Es la vida del Conde Drácula, un vampiro incapaz de amar a cualquier ser humano, con excepción de una bella mujer. Ideal para los amantes del terror.


17.- El Aleph.
Jorge Luis Borgues.
En esta narración y en las demás que constituyen este libro, el erudito argentino le otorga a la fantasía su máxima expresión. Con un estilo dócil y culto, se le considera uno de los autores más importantes de la lengua española y su obra completa es imprescindible.


18.- El amante.
Marguerite Duras.
Una novela escrita con sencillez y delicadeza narrativa. Cuenta la historia de amor entre una joven de 15 años y un rico comerciante chino de 26. Un romance lleno de contraposiciones que se desarrolla en Indochina y que logra tocar la fibra sensible del lector con sus tonos apasionados y escandalosos.


19.- El cantar de los nibelungos.
Anónimo.
Una leyenda medieval que expresa el alma de un pueblo que comienza a descubrir su individualidad. Desde Alemania y los países nórdicos llegan historias de héroes, caballeros, damas y amor cortés. Un cantar transmitido oralmente que plasma pasiones de la condición humana.


20.- El color que cayó del cielo.
Howard Phillips Lovecraft.
Una narración de horror que devela los niveles menos explorados del alma humana, a través de un estilo delicado y altamente recomendable para los amantes del género.


21.- El Conde de Montecristo.
Alejandro Dumas.
Un hombre inocente es encarcelado y la necesidad de venganza lo lleva a tramar un brillante plan. Durante 13 años espera el momento para restablecer su honor. Un clásico de aventuras, honor y venganza.


22.- El corazón de las tinieblas.
Joseph Conrad.
Una historia de viaje. Marlow siente que debe conocer a Kurtz y hace todo lo posible para lograrlo, incluso aventurarse río arriba. Soportando incidentes pavorosos, se revelan terroríficas profundidades de la corrupción humana. De la página al lector se transmiten sensaciones tétricas que le impiden abandonar la lectura.


23.- El evangelio según Jesucristo.
José Saramago.
Una obra controversial del portugués ganador del Premio Nobel. Jesucristo como hombre común y corriente que lleva una vida desprendida en la que disfruta de su relación amorosa con María Magdalena. Un libro que lleva al lector a deliberar sobre la fe y la espiritualidad.


24.- El extranjero.
Albert Camus.
Novela existencialista en la que el personaje central, Mersault, refiere al lector su historia, no la de sus sentimientos ni su razón, sino la de su imposible destino. En sus páginas el realismo logra la perfección. Título capital de Camus y un clásico de la literatura contemporánea.


25.- El extraño caso de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde.
Robert Louis Stevenson.
Extraños sucesos que ocurren en torno a dos figuras extrañamente opuestas pero que parecen estar relacionadas, dan como resultado una de las obras cumbres de la literatura de terror. Relato apasionante de intigra y misterio en el que Stevenson, plantea una historia de autodestrucció n que crítica a la sociedad de su tiempo.


26.- El gato negro y otros relatos.
Edgar Allan Poe.
Esta selección conglomera algunos de los mejores cuentos de este reconocido autor estadounidense, inventor para muchos, del género policial. Su literatura ha incursionado antes que ninguna otra en la mente del hombre de manera inigualable.


27.- El gran Gatsby.
F. Scott Fitzgerald.
Un clásico norteamericano del siglo XX. La historia de amor entre el nuevo rico Jay Gatsby y la bella Daisy Buchanan refleja una época de posibilidades y aspiraciones. Capturando a la sociedad de su momento. Fitzgerald habla de la Era del Jazz, las fiestas interminables y el poder del dinero.


28.- El hombre de la arena.
E.T.A. Hoffman.
Son 13 cuentos que van de lo tenebroso a lo aterrador. En ellos se refleja el espíritu libre y vigoroso de un agudo conocedor tanto de los trasfondos de la sociedad de su tiempo como del ser humano.


29.- El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes Saavedra.
Tomo I y Tomo II. La máxima obra literaria que ha dado el idioma español. Don Quijote es el personaje que encarna la cordura dentro de un mundo irracional o lo contrario, la irracionalidad dentro de un mundo cuerdo. Esta obra maestra, primera novela moderna, resulta obligada.


30.- El llano en llamas.
Juan Rulfo.
En este libro, que consta de 17 relatos, el autor jalisciense emprende la crónica de un país por medio de la gente que lo habita. Mediante un lenguaje exquisito que celebra la vida, la muerte y el silencio, se convierte en un tomo de narración universal imposible de ignorar.


31.- El lobo estepario.
Herman Hesse.
Esta considerada como la obra maestra de este autor alemán. El protagonista de la historia es un hombre solitario e incomunicado cuya personalidad refleja los vicios y virtudes de la humanidad. Se pone al descubierto la carga trágica y el incierto destino de la condición humana.


32.- El maestro y Margarita.
Mijaíl Afanasievich Bulgákov.
Una revisión de las historias de Fausto y Pontio Pilatos que expone la vida soviética de 1930 de un modo tan feroz que fue prohibida hasta los años 60. El diablo llega a Moscú acompañado de una bruja desnuda y un gato que ama el ajedrez y el vodka. Una novela de profundidad filosófica que no pierde nunca de vista el humor.


33.- El nombre de la rosa.
Umberto Eco.
El monje Guillermo llega a la Abadía del norte a investigar los asesinatos misteriosos que han sucedido. La descripción maravillosa de una biblioteca recóndita, de monjes leyendo en silencio y muriendo de forma extraña. Un trabajo que transporta a una época de monasterios y secretos.


34.- El ojo de Alá y otros cuentos.
Rudyard Kipling.
El extraño encantamiento que une a una mujer con su gran amor o una casa que provoca una rara depresión, son sólo ejemplos delos cinco relatos que incluye este libro, cuyo común denominador es la extraordinaria creatividad. Su poder de observación nos brinda bellas descripciones de la naturaleza y delinea a la perfección la personalidad de sus personajes.


35.- El perfume.
Patrick Suskind.
La historia de un asesino que vive en un mundo de olores. Para conseguir favores de las damas de la alta sociedad, Jean Baptiste Grenouille crea un perfume extraño que subyuga la voluntad de quien lo huele. Para hacer el perfume, debe de conseguir fluidos corporales de mujeres vírgenes, el perfumista no lo piensa dos veces y se convierte también en asesino.


36.- El reino de este mundo.
Alejo Carpentier.
Lo real-maravilloso, como el mismo autor lo denominó, y que resalta lo fantástico que existe en la realidad de las tierras latinoamericanas, cobra vida en esta novela de gran viveza y musicalidad que mezcla la verdad histórica con la fantasía. Pieza maestra del autor cubano.


37.- El retrato de Dorian Gray.
Oscar Wilde.
Dorian Gray quiere mantener su belleza y juventud para siempre, por lo que vende su alma al diablo. Una historia clásica que pone en tela de juicio la vanidad y otras actitudes relacionadas con la corrupción moral del siglo XIX.


38.- El ruido y la furia.
William Faulkner.
Cuatro capítulos, cada uno narrado por un personaje distinto, que constituyen a los Compson. Tragedia familiar descrita detalladamente por medio de monólogos interiores y libre fluir de conciencia. Una novela que causó reacciones distintas e miles de críticos literarios.


39.- El tambor de hojalata.
Gunter Grass.
La novela más célebre del autor, narra las desventuras de Oscar Matzerath, quien decide dejar de crecer a los tres años de edad para expresar su repudio al mundo de los adultos. Los golpes a su tambor son un misterioso ritual que muestra un universo grotesco, donde lo real y lo fantástico entrecruzan sus fronteras.


40.- El túnel.
Ernesto Sábato.
Delirante historia de amor entre Juan Pablo Castelar y María, en la cual el protagonista cuenta desde la prisión los detalles de esta relación y su desafortunado final. Es la consagración literaria del escritor argentino y una de las novelas latinoamericanas obligadas.


41.- El viejo y el mar.
Ernest Hemingway.
Relato fundacional de la narrativa norteamericana. Un hermoso texto al que se le pueden dar diferentes lecturas. Construida casi al modo de una parábola, es una elegía al coraje y el combate contra la naturaleza.


42.- En busca del tiempo perdido.
Marcel Proust.
Obra cumbre de la literatura francesa del siglo XX. Un hombre común despierta y, al desayunar, remoja una magdalena en su café. Esto desata su memoria y el tiempo empieza a jugar por medio de transportaciones. Con descripciones deliciosas y un prodigioso lenguaje, el lector viaja en el tiempo de la mano del personaje.


43.- En el camino.
Jack Kerouac.
Una novela del célebre autor estadounidense que resulta indispensable para acercarse a la Generación Beat. En ella se plasma la filosofía de la existencia libertaria del autor. Es una extraordinaria narración contracultural, casi marginal.


44.- Eneida.
Virgilio.
Por medio de la musicalidad y equilibrio métrico, esta obra es considerada como modelo de perfección literaria. Un clásico escrito entre el 29 y 27 a.C. en el que se cuenta la historia del retorno victorioso de un heredero romano. Eneas huye de Troya después de la devastación de la ciudad y con un grupo de troyanos se enfrenta a su destino y a los dioses hasta que logran restablecer la metrópolis.


45.- Fiasco. El fracaso.
Imre Kertész.
Novela del escritor húngaro, galardonado con el Premio Nobel de 1992 2002, en la cual dibuja un paisaje en el que la realidad y la ficción se entrelazan por medio de un personaje que vive en el denso ambiente dictatorial del estalinismo y su experiencia de escribir a contracorriente.


46.- Fausto.
Goethe.
Es la médula de la obra de este escritor alemán. Un recorrido por los cielos, la tierra y la profundidad de lo subterráneo. Uniendo realidad, símbolo, utopía, magia, ciencia y verdad, Goethe plantea su preocupación como hombre universal planteando ideas sobre el destino, dios y los demonios.


47.- Frankenstein o el moderno Prometeo.
Mary W. Shelley.
La historia del científico que, con extremidades de diversos muertos, confeccionó una forma humana, o mejor dicho, un monstruo. A pesar de su ansiedad por amar y recibir simpatía, es rechazado, por lo que busca hacer todo el daño posible a quien lo creo. Una novela de fantasía macabra y terror que se ha convertido en leyenda.


48.- Grandes esperanzas.
Charles Dickens.
Obra que muestra la destreza histriónica del autor inglés y, como su nombre lo indica, de esperanzas, amor y desilusión mediante personajes que son detallados magníficamente a través de un realismo deleitable.


49.- Hotel Savoy.
Joseph Roth.
Una de las novelas más importantes de este escritor. Concentra un microcosmos en un edificio de siete pisos. Cuando un joven judío es liberado después de permanecer tres años como prisionero de guerra, el azar lo lleva a hospedarse en este hotel. Una narración donde prolifera la confusión y la nostalgia.


50.- Justine o los infortunios de la virtud.
Donatien Alphonse François de Sade, Marques de Sade.
Es muy difícil explicar o ubicar con precisión la obra de este autor en la historia de la literatura y del pensamiento filosófico. Aquí se plasman a la perfección sus cualidades narrativas por medio de escenas eróticas y excitantes que escandalizaron a la sociedad de su tiempo y que continúan siendo breviario erótico hilarante.


51.- La ciudad y los perros.
Mario Vargas Llosa.
Situada en un colegio militar de un país subdesarrollado, esta novela retrata un sistema que genera un universo de traiciones y lealtades donde el machismo y la brutalidad surgen como rasgos principales. Un autor imprescindible de la narrativa latinoamericana.


52.- La divina comedia.
Dante Alighieri.
Obra clave del Renacimiento italiano y fundadora de una nueva narrativa mundial. Dividida en tres partes : infierno, purgatorio y cielo, es un viaje alegórico por el alma humana.


53.- La gallina degollada.
Horacio Quiroga.
El uruguayo presenta cuentos maravillosamente escritos sobre fantásticas situaciones llenas de intensidad dramática. La gallina degollada cuenta la historia de cuatro hermanos mentalmente disminuidos que observan a la sirvienta degollando a una gallina y copian el acto, haciendo lo mismo con su hermana.


54.- La Ilíada.
Homero.
Es la primera obra conocida del autor griego, de cuya persona se tiene poca información. La Iliada data de los años 700 a.C. y narra la batalla de los romanos por ocupar Troya, donde conviven divinidades con seres terrenales. Un clásico de clásicos que no pierde ni perderá actualidad.


55.- La insoportable levedad del ser.
Milan Kundera.
Historia de celos, sexo, muerte y traición, en otras palabras, una novela de amor. Las vidas de los personajes se entrelazan con fabulosa pericia y el autor checo consigue no sólo una reflexión filosófica sino la transmisión exacta de emociones.


56.- La metamorfosis.
Franz Kafka.
Una mañana, Gregorio Samsa despierta convertido en un escarabajo; este hecho da paso a una de las narraciones más significativas del siglo XX por si innovación y perfección narrativa. El universo kafkiano representa la realidad del mundo totalitario en el que lo palpable se vuelve irreal.


57.- La montaña mágica.
Thomas Mann.
Desde las experiencias en un sanatorio, este autor alemán, acreedor al Premio Nobel de Literatura en 1992, retrata los problemas que la Gran Guerra hacia latentes, así como una visión profunda y acertada del mundo contemporáneo.


58.- La muerte de Artemio Cruz.
Carlos Fuentes.
Artemio Cruz es condenado a su cama cuando es ya inevitable su muerte. Las reflexiones que hace sobre su vida, el tiempo y sus deseos lo llevan a describir a la sociedad en la que vive y a las personas que lo rodean. Una de las mejores novelas de este reconocido escritor mexicano en donde se refleja un estilo violento y bello.


59.- La muerte de Ivan Ilych.
León Tolstoi.
Novela corta en la que el escritor ruso pone en tela de juicio dos tipos de vidas : la artificial – representada por la sociedad y sus relaciones materialistas – y la auténtica – marcada por la compasión y empatía -. Un viaje por la Rusia del siglo IX que comienza con la muerte del personaje principal, un hombre común, y lo que ésta ocasiona en aquellos que le conocieron.


60.- La náusea.
Jean Paul Sartre.
La historia de un escritor, Antoine Roquentin, quien se enfrenta a la idea de la existencia y cómo percibe su propia vida según los terroríficos objetos que lo rodean. Estas cosas lo amenazan de una manera siniestra y le provocan náusea. Novela existencialista y de observaciones detalladas de la vida. Un clásico filosófico.

61.- La Odisea.
Homero.
Relato miticado y reconstruido en todos los escenarios literarios posibles del siglo XX. Esta epopeya es la base de gran parte de la narrativa occidental. La Odisea representa, entre otras cosas, la lucha por el retorno a casa.


62.- La oveja negra y demás fábulas.
Augusto Monterroso.
Las famosas fábulas del ganador del Premio Príncipe de Asturias. Un libro escrito con humor cruel y de forma aparentemente ligera en el que se abordan temas trascendentales y se habla de las debilidades humanas. Fábulas de sorpresa y con intenciones entre líneas.


63.- La piel de Zapa.
Honorato de Balzac.
Un relato fantástico de personajes exhibidos por su psicología. La piel de Zapa es un talismán que permite a quien lo posee satisfacer todos sus deseos. Por medio de este objeto se presenta la filosofía de vida y las reflexiones sobre la condición del hombre de este gran autor del siglo XIX.


64.- La sabiduría del Padre Brown.
Gilbert Keith Chesterton.
Una de las más grandes y primeras narraciones policiales, en la que el autor inglés da muestra de su maestría con la prosa y el uso de paradojas y suspenso.


65.- La senda del perdedor.
Charles Bukowski.
Escrito desde la desilusión del sueño americano, con un lenguaje simple, directo, casi hiriente, este libro refleja una civilización desencantada y perdida. Es la historia de un antihéroe y su búsqueda por sobrevivir.


66.- La señora Dalloway.
Virginia Woolf.
Una mujer madura sale a comprar flores para la fiesta que va a brindar por la noche. Ese día de junio, la Sra. Dalloway se encuentra y desencuentra, al igual que los demás personajes de la novela, demostrando la fuerza narrativa del monólogo interior. Marca un parte aguas en la literatura universal.


67.- La tabla periódica El sistema periódico.
Primo Levi.
Relato autobiográfico del químico y escritor italiano que narra su vida a través de ejemplos de grupos de sustancias de la tabla periódica. Su lenguaje es simple y rico en analogías.


68.- Las aventuras de Sherlock Holmes.
Sir Arthur Conan Doyle.
Gracias a esta pieza, este doctor y escritor estableció de forma definitiva la fórmula de la novela policial, adelantándose con este texto, que narra diferentes aventuras del detective, a su propio tiempo.


69.- La batallas en el desierto.
José Emilio Pacheco.
Asombrosa narración sobre un niño que crece, evoluciona y falsea junto con la Ciudad de México. Es la presentación de una urbe que marcó a una generación y que forma parte de nuestra historia. Un juego de niños análogo a la situación política y social del México del siglo XX.


70.- Las ciudades invisibles.
Italo Calvino.
El diálogo entre Marco Polo – mercader veneciano – y Kublai Kan – emperador tártaro – es la base de estos relatos entre constructores y visitantes de ciudades invisibles. Al final, el lector desea ver, sólo por un instante, alguno de estos espacios. Un clásico del siglo XX que ha perfilado la literatura tanto neorrealista como alegórica.


71.- Las metamorfosis.
Ovidio.
Desenvolviendo argumentos mitológicos, este libro pretendía ser un poema científico y filosófico. Una historia del Universo que presenta una trama labrada por evocaciones a los autores griegos, romanos, clásicos y alejandrinos.


72.- Las mil y una noches.
Anónimo.
La obra más representativa de la literatura oriental y un clásico de las letras universales. Es un texto único que se nutre de 1001 historias narradas en el mismo número de noches por la hija del visir, Scherezada, quien debe mantener siempre vivo el interés del cruel sultán, y así con su creatividad, astucia, sabiduría, lograr salvar un día, cada noche.


73.- Lazarrillo de Tormes.
Anónimo.
El ir y venir de un pícaro que vive aventuras llenas de humor. Uno de los primeros personajes traviesos que se sale con la suya hasta que es alcanzado por la reglas morales. Un clásico del Siglo de Oro español que marca una tendencia literaria.


74.- Lazos de familia.
Clarice Lispector.
"Yo escribo como quien sueña", afirmó la genial escritora brasileña y así, esta recopilación de cuentos resulta ser no sólo una serie de narraciones idílicas sino un paseo por los recónditos de la mente humana.


75.- Los hermanos Tanner.
Robert Walser.
La primera y más celebrada novela del autor suizo, retrata con excepcional intensidad el perfil errante del escritor, uno de los novelistas que más influencia ha ejercido en el mundo de las letras alemanas.


76.- Los miserables.
Víctor Hugo.
Un hombre condenado a prisión por robar una rebanada de pan busca asilo con un obispo. A pesar de que intenta robar a su salvador, éste le perdona y le recompensa. Así comienza una historia ya clásica de guerra, honor, nacionalismo, perdón y libertad.


77.- Los mejores relatos.
Rubem Fonseca.
Es la recopilación de toda la obra narrativa corta de este gran autor brasileño; por medio de la ironía y la crudeza retrata lo que en palabras de su traductor (Romeo Tello Garrido) es "la problemática existencia del hombre en las sociedades modernas".


78.- Los propios dioses.
Isaac Asimov.
Este científico ruso resulta ser uno de los grandes escritores de ciencia ficción y en esta historia demuestra sus cualidades narrativas al crear un mundo que rebasa los límites de lo imaginable.


79.- Una cuestión personal.
Kenzaburō Ōe.
Una obra espléndida de uno de los autores más representativos de la literatura japonesa. En ella, aborda magníficamente la crisis existencial, la historia y la identidad cultural.


80.- Lolita.
Vladimir Nabokov.
Humbertus Humbertus, escritor, le renta un cuarto a Charlotte Haze y se enamora de su hija de 14 años : Lolita. Una apasionada historia erótica que fue prohibida a mediados del siglo XX y que se ha convertido en una referencia obligada de una pasión transformada en pesadilla.


81.- Memorias de Adriano.
Marguerite Yourcenar.
La novela más famosa de la autora europea, nacionalizada estadounidense y, sin duda, una de las más elogiadas por la crítica. Maravillosa narración que se basa en la historia, una autobiografía novelada del emperador romano, bajo la forma de cartas escritas por éste a su sobrino.


82.- Michael Kohlhaas y otras narraciones.
Heinrich Wilhelm von Kleist.
Novela decimonónica sobre las tradiciones de los Länders (siglo XVI). Una invitación a la reflexión sobre la idea de igualdad y las infamias hechas en nombre de la justicia. Kohlhaas es el protagonista que inicia una guerra en contra de un acto temerario llevado a cabo por el representante de la autoridad y la ley.


83.- Madame Bovary.
Gustave Flaubert.
Excelente representació n del realismo francés del siglo XIX, esta historia es muy bien conocida de amor imposible, desdicha y muerte, todavía vigente por su fuerza y maestría.


84.- Manhattan Transfer.
John Dos Passos.
Visión panorámica de la vida en Nueva York entre 1980 y 1925. Gran obra de este autor norteamericano representante de la Generación Pérdida, cuyas novelas – amargas y profundamente impresionistas – atacan la hipocresía y el materialismo de los Estados Unidos entre las dos guerras mundiales.


85.- Moby Dick.
Herman Melville.
Este autor es considerado uno de los mejores prosistas en lengua inglesa y en ésta, su obra más reconocida, el tema central es el conflicto entre un capitán y la gran ballena blanca que le arrancó la pierna. La obra sobrepasa la aventura y se convierte en una alegoría sobe el mal incomprensible representado por la ballena, y la maldad simbolizada, también por el capitán Ahab.


86.- Nana.
Emile Zolá.
Naná es una actriz que logra conquistar a su público con su presencia. Además, es una reconocida concubina que tiene varios amantes. Zolá presenta a su heroína para hacer una fuerte crítica a la Francia de principios del siglo XIX, caracterizada por el exceso sexual y político. Una narración detallada que mezcla ideas científicas con las sociales.


87.- Niebla.
Miguel de Unamuno.
Una novela que su autor califica como "malhumorada" . La historia que cuestiona la realidad del escritor como participante de la ficción y la del personaje como ser vivo inmortal. Un libro en el que el lector recrea la narrativa y donde el acto de leer es la única realidad.

88.- Otra vuelta de tuerca.
Henry James.
La obra de James se caracteriza por su ritmo pausado y la descripción sutil de los personajes, más que por las historias complicadas. Sus libros son los modelos de la novela objetiva psicológica y retratan por lo general un mundo ocioso : este es un excelente ejemplo de su vasta obra.


89.- Paradiso.
Lezama Lima.
Una de las obras más importantes de la narrativa latinoamericana. Su riqueza narrativa, complace hasta el crítico más exigente. Es una novela poética que narra los sucesos desde la memoria del personaje. "Es una invitación a la sabiduría", apunta el escritor Cintio Vitier.


90.- Pedro Páramo.
Juan Rulfo.
Un clásico de la literatura mexicana por su vigencia y universalidad. Alguna vez, un desconocido le señaló a Jorge Luis Borges que pareciera que todos en el libro son hermanos, ya que todos en el pueblo se llaman Páramo, a lo cual Borges respondió : "el lector ya sabe que ha entrado en un texto fantástico, cuyas indefinidas ramificaciones no le es dado prever pero cuya gravitación lo atrapa".


91.- Poema de Mio Cid.
Anónimo.
Este cantar es la primera obra extensa de la literatura española y el único cantar épico de la Edad Media hispánica. La historia de un héroe desterrado injustamente de Castilla que debe recuperar su honra para regresar a u tierra. Por medio de actividades guerreras el lector se sumerge en un mundo de reyes y guerras.


92.- Rayuela.
Julio Cortázar.
Dividida en dos partes esenciales y colmada de capítulos, esta maravillosa novela nos transporta al mágico París de principios del siglo XX. La profunda historia de amor que narra con maestría, así como la agudeza de sus afirmaciones y la construcción de todos los personajes dan como resultado una obra maestra de la narrativa latinoamericana moderna.


93.- Rojo y negro.
Henri Beyle, más conocido como Stendhal.
En esta novela, el escritor realista francés analiza su sociedad contemporánea a través de la mirada de Julien Sorel, un ambicioso joven de provincia que se abre camino en la vida, primero como soldado y más tarde como sacerdote. Un personaje alejado de la sociedad de la sociedad y enfrentado a las imposiciones e ideales de ésta. Con frecuencia se dice que ambos personajes son retratos parciales del propio autor.


94.- Seda.
Alessandro Baricco.
Una novela contemporánea que no puede pasar desapercibida. En ella se narra, por medio de imágenes muy bien logradas, una posible historia de amor, deseada y creada en la imaginación del protagonista, fascinando así al lector.


95.- Tres novelas.
Mariano Azuela.
En estas tres narraciones cortas, como en el resto de su obra, este reconocido autor brinda una idea clara y tangible de lo mexicano. En sus textos, se puede percibir el sabor de la patria. Un título imprescindible en toda biblioteca.


96.- La trilogía de Nueva York.
Paul Auster.
Uno de los libros más reconocidos de Auster en el que demuestra su habilidad al estructurar historias en las que los personajes se confunden entre sí.


97.- Trópico de cáncer.
Henry Miller.
Una de las obras más perfectas y prestigiosas en lengua inglesa que fue censurada por casi 30 años y que enfrentó más de 60 juicios. Miller presenta un monólogo de su estancia en París a principios de 1930. Una de las novelas más controversiales que habla de sexo y critica comportamientos humanos de sectores conservadores de la sociedad.


98.- Ulises.
James Joyce.
La obra maestra del afamado escritor irlandés. Basada en La Odisea de Homero, el texto abarca 24 horas de la vida de Leopold Bloom y Stephen Dedalus. Cuando los personajes se encuentran la obra llega al clímax de una búsqueda simbólica y la conciencia. Un monólogo interior que fue prohibido, y por lo tanto no pudo publicarse sino unos años después de su escritura. Un texto complejo que marcó la historia de la literatura universal.


99.- Un mundo feliz.
Aldous Huxley.
Una narración extraordinaria y reflexiva mediante una visión pesimista del presente que gira en torno al mundo del futuro en el que una droga llamada Soma se convierte en el personaje principal de la obra, anestesiando a todos los habitantes del mundo.


100.- Viaje al centro de la tierra.
Julio Verne.
El profesor Lidenbrock traduce unas escrituras y determina que existen unas vías que lo llevarán al centro de la Tierra. Para encontrar la verdad decide bajar por el cráter de un volcán extinguido. Un clásico de aventuras apasionantes y una narrativa de excursiones.


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