El mundo moderno impone cada vez como una mayor exigencia la necesidad de poseer un dominio cabal de la expresión oral.
Ese es un imperativo ineludible.
El hombre debe ser capaz de transmitir sus ideas y sentimientos mediante el uso de palabras pronunciadas con corrección y cuyo significado represente con precisión y exactitud su pensamiento.
Para esto es necesaria la oratoria, pues es uno de los elementos fundamentales en la unificación de criterios, en la comprensión y el estímulo de masas.La facultad de la oratoria, está inmersa en cada ser humano, aflorarla y desarrollarla es una de las metas de las personas que buscan un bienestar específico.
¿Qué es la oratoria y cómo se logra su dominio?
La oratoria debe ser considerada como un acto de relación más que como un proceso de exposición.
Es una acción de responsabilidad dual entre el orador y el receptor donde se ponen en juego cuestiones de integridad bajo la influencia del medio en el que se da la oratoria. Ambas partes se condicionan y se dan vida en el mutuo interés provocado por el tema común.
El orador debe tener siempre presente que para llevar a cabo su tarea de convencimiento y dominio sobre el público requiere no sólo de su más profunda y adecuada capacidad, sino también de que ese público esté dispuesto a aceptar esa influencia y dispuesto a aportar toda su capacidad para participar en el proceso comunicativo.
¿Qué es, entonces, la oratoria? La oratoria es el arte de hablar con elocuencia, de persuadir por medio de la palabra.
Agustín supo de todos los placeres y de la intensidad de la sensualidad que los rodea, conoció la ovación de la multitud deslumbrada por su discurso y ya a los 43 años era famoso en toda África del norte. A los 19 años entregó su pasión a la investigación subyugado por las grandes palabras de Virgilio, Cicerón y Terencio.
■ Homero: Cuando un orador de imaginación fuerte está dorado de ingenio, tiene en su mano el imperio de los corazones, este es el caso de Homero, creador de La Ilíada y La Odisea. Homero desarrolla sus capacidades oratorias y las respalda en la imaginación y en el sentimiento, hay quienes dicen que su oratoria brillante es consecuencia de su ceguera. Como sea, Homero es ejemplo de los grandes maestro de la oratoria.
El desarrollo de la oratoria
Si bien la oratoria puede verse beneficiada por una gracia y estilos naturales, es necesario pulir las virtudes innatas y ejercitarse en el desarrollo de la oratoria.
Trabajar sobre los siguientes niveles del discurso:
▪ Nivel técnico
▪ Nivel semántico
▪ Nivel influencial
Pulir los usos de las letras
▪ En la articulación (vocal y consonante)
▪ En lo formal
Retocar la emisión en:
▪ Técnicas mínimas de educación de la voz
▪ Ejercicio de la lectura
En el desarrollo de la oratoria pueden alcanzarse distintos niveles de influencia sobre el auditorio. En este sentido lo innato y realmente benéfico en el porte e impacto de un orador es la empatía.
La empatía es una cualidad que puede desarrollarse, pero cuya adquisición, cuando no se posee, exige una modificación de toda la personalidad, pues el comportamiento empático no puede ser adoptar a voluntad.
La empatía es una actitud profunda, determinada por convicciones, necesidades e intereses profundamente anclados. Grandes oradores han existidos como una explosión de empatía francamente emocionante como Gandhi, Robes Pierre, Lincoln, Castro.

Desenvolvernos adecuadamente al momento de dirigirnos al público es una aspiración que todos tenemos. Ahora puedes hacerlo guiándote de las recomendaciones que aquí te hacemos.
Este es un artículo de suma importancia para todos y todas las personas que a diario trabajan frente a un público que cada vez es más exigente y que no cuenta con las herramientas para ello.
Las técnicas para expresarnos con fluidez y manejarnos adecuadamente frente al público son expuestas en este trabajo para que mejores tu desempeño al momento de hacer uso de la palabra frente al público.
Las pautas como conocer el salón donde hablarás, la audiencia a la que dirigirás, así como el material que expondrás, entre otras técnicas te colocarán al nivel del auditorio al que te dirigirás.
¿Qué debo saber para mejorar la Oratoria?
- Conozca el salón
- Esté familiarizado con el lugar en el que hablará.
- Llegue temprano, camine alrededor del área en la que hablará y practique usando el micrófono y las ayudas visuales que vaya a utilizar.
- Conozca la audiencia.
- Salude algunas personas de la audiencia a medida que lleguen. Es más fácil hablar a un grupo de amigos que a un grupo de desconocidos.
- Conozca su material.
- Practica tu discurso y modifícalo si es necesario. Si no estás familiarizado con tu material o estás incomodo con el mismo, tu nerviosismo aumentará.
Relájate
- Disminuye la tensión haciendo ejercicios.
- Imagínate a ti mismo dando tu discurso.
- Imagínate hablando, con una voz fuerte, clara y segura.
- Cuando tú te visualizas con éxito, tendrás éxito.
- Imagina que la gente quiere que tú tengas éxito.
- Ellos no quieren que tú fracases. Las audiencias quieren que tú seas interesante, estimulante, informativo y entretenido.
No te disculpes
- Si mencionas tu nerviosismo o te disculpas por algún problema que crees tener en el discurso, quizás llame la atención de la audiencia a algo que no hayan notado. Guarde silencio.
- Concéntrese en el mensaje, no en el medio.
- Centra la atención lejos de tus ansiedades, dirígela el mensaje y tu audiencia. Tu nerviosismo se disipará.
- Transforme el nerviosismo en energía positiva.
- Canalice la energía nerviosa y transfórmala en vitalidad y entusiasmo.
Gane experiencia
La experiencia construye confianza, la cual es la llave para un habla efectiva.
Un club de maestro de ceremonias puede brindarle la experiencia que necesita.
Educando te motiva a ti maestro y maestra a utilizar estas técnicas para la oratoria con las que de seguro te desenvolverás mucho mejor en públicos que no te son conocidos.
Oratoria: es el arte de hablar con elocuencia para informar, convencer, persuadir y/o deleitar a un auditorio. Es una disciplina del género literario que se aplica en todos los procesos comunicativos hablados, tales como conferencias, charlas, sermones, exposiciones, narraciones, etc.
Según la cantidad de oradores, se clasifica en: Oratoria individual y Oratoria Grupal. Originalmente, la oratoria se dividía en varios géneros. Anaxímenes de Lámpsaco propuso una clasificación tripartita que asumió después Aristóteles:
- Género judicial: Se ocupa de acciones pasadas y lo califica un juez o tribunal que establecerá conclusiones aceptando lo que el orador presenta como justo y rechazando lo que presenta como injusto.
- Género deliberativo o político: Se ocupa de acciones futuras y lo califica el juicio de una asamblea política que acepta lo que el orador propone como útil o provechoso y rechaza lo que propone como dañino o perjudicial.
- Género demostrativo o epidíctico: Se ocupa de hechos pasados y se dirige a un público que no tiene capacidad para influir sobre los hechos, sino tan solo de asentir o disentir sobre la manera de presentarlos que tiene el orador, alabándolos o difamándolos. Está centrado en lo bello y en su contrario, lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el insulto o injuria.
Dentro de los grandes oradores de la historia se pueden encontrar a: Gorgias, Protágoras, Marco Tulio Cicerón, Demóstenes, Martin Luther King, Winston Churchill, Robespierre, Adolf Hitler, Royer Jaimes, Ramón Otero Pedrayo, Emilio Castelar y Manuel Azaña.
Dos grandes maestros de la oratoria y la elocuencia
■ San Agustín es considerado el padre de la iglesia latina. Su postura ideológica, sus concepciones sobre la dialéctica entre la razón y la fe en paralelo a la relación entre el estado y la iglesia dominaron marcando el pensamiento de toda la edad media.
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