Érase una vez un niño que vivía en una pequeña aldea llamada Colina. Una mañana soleada se le escapa a lamamá, pues comenzaba a dar sus primeros pasos y llega hasta el jardín . Allí empieza su descubrimiento de la realidad , una flor en lo alto de un tallo .
Con sus ojitos abiertos trata de tocarla y con gran emoción balbucea: ¡ flor, flor , flor ! En su entorno tuvo la oportunidad irrepetible .
Aquel ambiente impregnado del aroma de las flores le envuelve, una suave brisa que mueve una y otra vez el tallo de las flores .
Con mucha emoción vuelve a repetir:! flor,flor,flor !.Retomando el con concepto interiorizando la idea de la flor , ha activado todos sus sentidos : escucha el trinar de los pajaritos. Su alma de niño y su incipiente espíritu se ha quedado extasiado ante el maravilloso cuadro .
Confunde las vistosas mariposas con la aparición de hadas. Decide regresar a su camita relajado y se queda dormido, riendo , balbuceando,soñando con el paraíso descubierto.
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